sábado, 20 de septiembre de 2008

L'amour, l' amour

El amor, el amor
en una sala porno, jubilados jadeantes

contemplaban, escépticos
los brincos mal filmados de parejas lascivas
sin ningún argumento
He aquí, yo me decía, el rostro del amor

el auténtico rostro
Seductores, algunos; esos siempre seducen
Los otros sobrenadan
El destino no existe ni la fidelidad

mera atracción de cuerpos
sin apego ninguno, sin ninguna piedad
juegan y se desgarran.
Seductores algunos, por ende, codiciados

llegarán al orgasmo
Hartos ya, tantos otros, no tienen ni siquiera
deseos que ocultar
Sólo una soledad que acentúa el impúdico

goce de las mujeres
Tan sólo una certeza: "Eso no es para mí"
Pequeño drama obscuro
Morirán es seguro algo desencantados

sin ilusiones líricas
Practicarán a fondo el arte de despreciarse
de modo bien mecánico
A quienes nunca fueron amados me dirijo

a quienes no gustaron
a los ausentes todos del sexo liberado
del placer ordinario
No temáis nada, amigos

mínima es vuestra pérdida: No existe, no, el amor
es sólo un juego cruel cuyas víctimas sois
Juego de especialistas.

Michel Houellebecq
(La poursuite du bonheur)

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