viernes, 8 de febrero de 2013



Los oigo detrás de una puerta
en los bares
o en la calle
al pasar
y me quedo con una frase
inocua casi siempre
y juego
Una vez descubrí a un hombre
con voz de terciopelo
No lo conocí
pero el amor se deslizaba
a través del sonido de sus cuerdas
para rodar en el piso
y que cualquiera lo patease
Yo lo pateé
por eso sé que es verdad.


14 comentarios:

EG dijo...

:)

redondo, pero no pateable

me encantó

Leo Mercado dijo...

Y qué pasó después?

Mariela Laudecina dijo...

Gracias Miriam.
Aunque a veces no comento, paso siempre por tu blog. abrazo.

Mariela Laudecina dijo...

No pasó nada Leo.
No tiene por qué pasar.

abrazo

pa las casa dijo...

qué lindo que exista tu poesía en el mundo! beso colorinche

vera eikon dijo...

Yo también conocí a un hombre en el que el amor se deslizaba a través del sonido de sus cuerdas. Creo que me voy a quedar con la incertidumbre, y no patearlo(eso espero, al menos). De todos modos, ese final es contundente. Sobre todo ese último verso resulta incontestable...Un abrazo!

Mariela Laudecina dijo...

Gracias Camila, también para mi es un placer conocer tu poesía. besos.

Mariela Laudecina dijo...

Vera, no suelo patear todo lo que anda por el suelo, pero a veces uno patea sin querer (queriendo). abrazo.

Dylan Forrester dijo...

Me gusta el ritmo interno del poema, una cascada de palabras fluyendo hacia el verso certero. Feliz San Valentín!

Besos.

Fabio Martinez dijo...

muy bueo mari, y ese final con mucha potencia. me encantó

fabio

Darío dijo...

Me dejo patear por tu mano. Un abrazo.

Susan Urich Manrique dijo...

Eres mi maestra chao lin. Como no amar lo que escribes? Imposible. =D

Mariela Laudecina dijo...

Gracias Susan, es un honor para mí. un abrazo enorme.

Eme dijo...

Inesperado final, me sorprendí.
Saludos!
M.