No tengo casa
si no escucho tus uñas clavándose
en la alfombra
y la cortina no baila fantasmal por
las mañanas
No tengo hogar
si tu cuerpo no se ajusta a la línea de mi
vientre
y dos bolitas luminosas no me
guían en la oscuridad
No tengo familia
en la espesura del lugar donde voy
y vengo
Tu silencio me roza el
pensamiento
igual que tu maullido de bebé insomne.