martes, 20 de mayo de 2014

No sabremos






No sabremos jamás cómo tocaba Beethoven
Ni seremos árboles, tigre
lluvia de estrellas, bicho sin ojos
El devenir nos está vedado
Sólo el que pelee consigo
desde el sueño al desayuno
quizá comprenda algunas cosas:
un desplazamiento que parece inamovible
y acaso el escalofrío que produce la muerte
cuando nos respira en el costado.